Manuel Molina

Manuel Molina
Retrato de Ramón Palmeral 2017

miércoles, 8 de febrero de 2017

Jacinto López Gorgó, poeta alicantino, amigo de Manuel Molina. El Grupo de Melilla

López Gorgé, Jacinto [JLG]

(Alicante, 1925 - Madrid, 2008)
Convenio de donación de su biblioteca y fondo documental, firmado por su viuda, Josefa Gómez Sempere, en diciembre de 2010.
Ya se ha recibido la totalidad de su fondo bibliográfico, pendiente de catalogar, y  documental, pendiente de ordenar, catalogar y digitalizar, aunque ya está disponibles para su consulta las tres primeras cajas de conservación.

Biografía

Jacinto López Gorgé

     Jacinto López Gorgé nació el 3 de marzo de 1925, en Alicante. A los tres años se trasladó a Melilla, donde vivió muchos años y donde se fraguó su personalidad poética. Allí se relacionó con poetas de Larache, Tánger o Tetuán, tanto españoles como marroquíes, como Pío Gómez Nisa, Eladio Sos, Juan Guerrero Zamora y Miguel Fernández.
     En 1949 fundó y dirigió en Melilla, junto a su compañero Pío Gómez Nisa, la revista Manantial, hasta 1951. Dos años después editó la colección de libros breves Mirto y laurel, que se mantuvo en vigor hasta 1958. En esta época, principios de los años 50, tras recalar en Ketama –de aquí la revista tomará su título– y Beni Hadifa, se mudó a Tetuán, la capital del Protectorado español de Marruecos, donde su quehacer literario se desarrolló plenamente. En 1953 dirigió la revista bilingüe ya mencionada Ketama, la cual mezcló el árabe y el español.
      Aunque su producción periodística y de crítica literaria fue muy abundante, sus obras poéticas se reducen a cuatro títulos. En la década de los 50, publicó sus primeros libros de poesía, La soledad y el recuerdo, de 1951, y Signo de amor, de 1954. Estos poemarios le sitúan en el núcleo del llamado Grupo literario de Melilla de los años 50, al que pertenecieron además sus coetáneos Pío Gómez Nisa, Francisco Salgueiro, Eladio Sos, Juan Guerrero Zamora y Miguel Fernández; todos ellos, jóvenes unidos por una pasión común, sin mayores ambiciones estéticas que las de servir de escaparate al hecho creativo. Aunque su formación como grupo duró poco, debido a que los caminos de cada uno de ellos pronto se hicieron divergentes.
      Aunque su producción periodística y de crítica literaria fue muy abundante, sus obras poéticas se reducen a cuatro títulos. En la década de los 50, publicó sus primeros libros de poesía, La soledad y el recuerdo, de 1951, y Signo de amor, de 1954. Estos poemarios le sitúan en el núcleo del llamado Grupo literario de Melilla de los años 50, al que pertenecieron además sus coetáneos Pío Gómez Nisa, Francisco Salgueiro, Eladio Sos, Juan Guerrero Zamora y Miguel Fernández, Manuel Molina; todos ellos, jóvenes unidos por una pasión común, sin mayores ambiciones estéticas que las de servir de escaparate al hecho creativo. Aunque su formación como grupo duró poco, debido a que los caminos de cada uno de ellos pronto se hicieron divergentes.
     En 1952 contribuyó con una cierta cantidas de dinero para los restos mortales de Miguel Hernández no fuera a la fosa común. El dinero se los envió a los amigos poetas Vicente Ramons y Manuel Molina (ver carta), que a su vez se lo entregaron a Joefina Manresa.
      En ese momento de su vida, en Tetuán, ejerció el periodismo y la crítica literaria, además de ser uno de los primeros estudiosos de la obra de Miguel Hernández. Colaboró asiduamente en algunas publicaciones periódicas: El telegrama del Rif, Diario de África y, más adelante, en los diarios España de Tánger, España Semanal, ABC, Pueblo, y en el semanario Blanco y negro, así como en la revista La estafeta literaria. Sus proyectos editoriales supusieron una parte muy relevante de su obra, pues obedecieron a una profunda inquietud literaria y a una voluntad constante de promover la poesía.
     Se trasladó a Madrid en los años 70, donde vivió el resto de su vida, aunque siguió muy unido a la zona de Melilla. Allí, en la capital española, continuó su labor periodística y literaria, y publicó dos nuevos libros de poesía: Nuevos poemas de amor (1972) y Dios entre la niebla (1973). Editó varios tomos de versos y algunas antologías relacionadas con el mundo marroquí, dos de Relatos Marroquíes y otra: Marruecos en la Poesía Española Contemporánea. Dirigió el Aula de Literatura del Ateneo de Madrid. A partir de los años 80 vieron la luz sucesivas antologías de su obra: Antología poética 1947-1979 (1981), Mi corazón, mi casa y mi memoria (1995) y Sonetos de media vida (2001), las cuales fueron sendas antologías de los poemarios anteriores a los que añadió, a través de los años, algunos poemas inéditos.
     Falleció la madrugada del 9 de diciembre de 2008. Unos años antes tuvo que abandonar gran parte de su intensa actividad literaria a causa de problemas de salud. En 2009, un año después de su muerte, el Ayuntamiento de Melilla le rindió homenaje publicando su Obra poética completa.

Mas documentos en los fondos de la Fundación Jorge Guillén

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